¿Qué puedo decir de esta ciudad que sea diferente a lo que ya se sabe? Honestamente, no mucho. Yo también pienso que La Gran Manzana es uno de los lugares más increíbles y mágicos del mundo. Tal como dice Alicia Keys, es la "concrete jungle where dreams are made of", ya que una vez que pones pie en cualquiera de sus calles sientes que eres invencible, y que hasta tus sueños más alocados pueden hacerse realidad.
Recuerdo a la perfección la primera vez que fui a Nueva York: desde que me asomé de la ventana del avión y quedé boquiabierta al ver esta metrópoli desde lo alto, hasta las enriquecedoras experiencias que viví en ella.
Como buenos turistas, visitamos el Empire State, Central Park, Rockefeller Center, MoMA, Met, 9/11 Memorial, Brooklyn Bridge, Ellis Island, Plaza Hotel, St. Patricks Cathedral, Time Square, Broadway y muchos lugares más.
Estando en Nueva York, parecía que los días tenían la misma duración que las horas: había tantos sitios que visitar y tan poco tiempo para hacerlo. Además, inevitablemente descubrías algún museo, restaurante o tienda que merecía convertirse en un punto turístico más; especialmente si éste aparecía en alguna película o serie famosa, como fue para mí ir a Tiffany's después de ver "Breakfast at Tiffany's" y declararme fan oficial de Audrey Hepburn, o sentarme en las Met steps tal como lo hicieron las icónicas Serena Van Der Woodsen y Blair Waldorf de Gossip Girl.
Personalmente, no puedo decir cuál fue mi museo, edificio, obra de teatro, tienda o restaurante favorito; es más, ni si quiera he logrado decidir si esta ciudad me gusta más de día o de noche. Lo que sé con certeza, sin embargo, es que uno no ha vivido realmente hasta que no visita Nueva York.
