El mar de Cortés, o como bien lo llamó el oceanógrafo Jaques Cousteau "el acuario del mundo", es uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo debido a la abundante luz solar y a las aguas ricas en minerales. Uno de los animales que habita ahí es el tiburón ballena, el pez más grande del mundo, que mide aproximadamente 12 metros de longitud.
Para nadar con este animal salimos de La Paz y emprendimos un viaje en lancha que duró media hora. Desafortunadamente, por más que traté de no moverme mucho y fijé la vista en un punto, poco antes de llegar al lugar exacto donde se encontraban los tiburones ballena me sentía peor que nunca. Soy de esas personas que se marean hasta en el coche, por lo que después de haber estado más de 20 minutos rebotando y rebotando en una lancha que iba a toda velocidad, sentía que iba a vomitar.
Cuando finalmente llegamos, el instructor vino conmigo y me dijo que sentiría menos movimiento dentro del mar que en la lancha, por lo que debía ser la primera en saltar. Yo estaba tan mareada que hice lo que me dijo casi de inmediato, olvidándome por completo que estaría nadando en la zona del tiburón ballena. Una vez dentro, me quedé quieta un rato para ver si me sentía mejor, y efectivamente, ya que el mar estaba tranquilo y la sensación de agua fría era de lo más refrescante.
Poco después el instructor saltó a donde yo estaba y me dijo que lo siguiera. De repente, para mi gran sorpresa, vi nada más y nada menos que un tiburón ballena. No podía estar más impresionada: estaba justo en frente de mí, a menos de 10 metros, con la boca bien abierta succionando plancton. Nunca había visto a la naturaleza de esta manera, ni menos a tan corta distancia, por lo que la imagen que tengo de este momento, a pesar de que todavía estaba un poco mareada, es simplemente inolvidable; y el sentimiento que tuve, indescriptible.
Después, los demás pasajeros de la lancha fueron aventándose al mar poco a poco hasta que nos encontramos todos nadando alrededor de tres tiburones ballena. Esta experiencia ha sido, sin lugar a dudas, una de las más emocionantes de mi vida. México es un país increíble que posee muchísimas riquezas tanto culturales como naturales que no se deben dejar de visitar y explorar.
